Lo que más me impactó fue la adoración. La presencia de Dios era palpable y sentí un gozo y una paz que nunca antes había experimentado. Este evento es algo que todo creyente debería vivir.

El año pasado, sentí que Dios me habló directamente a través de los mensajes. Mi vida fue transformada y salí del evento con una fe renovada y una visión clara para mi futuro. No puedo esperar para ver qué hará Dios este año.

Asistir al ‘Decláralo y Sucederá’ ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Salí de allí con una convicción firme de que Dios está en control, y vi cambios reales en mi vida después de aplicar lo que aprendí.